¿Buscas una tela que te acompañe en los días de invierno? Entre las muchas recomendaciones que verás en el mercado, encontrarás una que destaca y que cumple con tus requisitos: la tela polar. Estos tejidos son empleados puntualmente para hacer sacos, forros, pantalones, mitones, guantes, bufandas, gorros, mantas, chaquetas y ropa deportiva, con características resistentes al agua.
Entonces, ¿por qué deberías comprar esta tela? ¿Qué la hace tan práctica y especial?


¿Qué tipo de tela es polar?
Es un perfecto aislante del frío y la humedad. Permite la circulación del aire para que el cuerpo se mantenga cálido. Así mismo, al tacto suele sentirse similar a una lana suave. Está elaborada 100 % a base de poliéster, a fin de que sus cualidades se adapten al medio.
¿Cómo funciona la tela polar?
Se ha encontrado como una tela muy práctica para ejecutar acciones al aire libre en condiciones extremas, una combinación especial de ligereza y protección a las bajas temperaturas. Al contar con materiales hidrófobos repelen las gotas de agua, en pocas palabras, se deslizan de la prenda.
¿Por qué comprar tela polar?
Antes de comprarla, debes tener en cuenta algunas ventajas que posee la confección con esta clase de insumos. Esta destaca por:
- Textura muy suave y cómoda.
- Ideal para personas con alergias o sensibles a la lana.
- Contiene secado rápido.
- Conserva cálido el ambiente en su interior, gracias al flujo de aire.
- Es amigable con el medio ambiente, puesto que se ha fabricado a base de PET reciclado de botellas plásticas.